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At
ES N
Na 150.
SAYNETE
NUEVO
INTITULADO
L ALCAL
de»
DE LA ALDEA.
PARA VEINTE PERSONAS.
Teresa, alcaldesa.
Bernardilla.
El Alcalde.
El Escribano.
El Regidor.
SS
Un Sabio,
' SS
SOSIASASIATS
PO
Dos Alguaciles.
Tio Roque, vejetes
Periquito , majos
Un Abate.
dE:
Un Francés. z <P
Quatro ÁAldeanas.
Dos Aldeanos. E
Dos Madrileñas.
6
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6
ASE AAA AA EA
El teatro representa la plaza de un lugar, con bancos á los lados, y uno en el
frente:
en el de la derecha estarán las dos Aldeanas, tocando cada una su pan=
dero , á cuyo compas cantan la seguidilla que sigue, la que baylarán los
dos Aldeanos con la Bernardilla, y la Aldzana.
Cani.» N la funcion del Santo, —
” nuestro Patrono,
»todo sea alegría,
s»COntento y gozo.
»¡Qué bien que suenan
»panderos, cascabeles
-»y castañuelas!:: gritan.
Aldeano 1. Ya nuestra balde viene.
Salen Teresa, alcaldesa, con rodete y Ca-=
potrillo, y.el tio Roque, el qual traerá
debaxo de la capa una manta muy vieja,
la que sacará á su tiempo.
Todos. Que viva nuestra Alcaldesa.
Ter. Malegro hayais empezado
tan presto el bayle, porque ésta,
Por la Bernardilla.
desde anoche está rabiando
por lucir su gentileza.
Bern. Pero, tia, ¿no ve usted,
que las que somos solteras,
encontramos en lós bayles
tal vez nuestras conveniencias?
Aldeana 2. Dice Bernardilla bien,
que en estos dias se enredan
muchas bodas.
Bern. Ya se ve;
porque los mozos acechan
nuestros saltos y respingos;
y de la misma manera
que al raton el gato, tiran
la garfiada , y hacen presa.
Aldeana 2*. Y aquella que no la tiran
por raro bicho se cuenta.
Aldeana 1.* ¡Ab! ¡pobrestontas! rabiais
por matrimoniar, y apenas
se acaba el pan de la boda,
2
sobran “tortas de Palencia.
Bern. De modo que las mas semos
al matrimonio propensas:
si mos va mal despues de hecho,
lo que usted haremos, paciencia,
Ter. Muchachas, vuesta disputa:
difino de esta manera,
¿Tio Roque?
Rog. ¿Señora mia?
Ter. ¿Dónde está mi estrado?
Rog. En esta |
manta de. una mula.
La saca, y tiende á la izquierda.
Ter, Pues :
Camina muy sería, y se sienta en ella.
á este honor ninguna llega
sin casarse: sin marido-
ninguna será Alcaldesa.
; Tambor y gayta.
1. El Ayuntamiento viene,
pues tambor y gayta suena.
Salen los dos Alguaciles, el Regidor,
el Escribano y el Alcalde, tocando
dentro tambor y gayta.
Alc. No toqueis mas. Bernardilla
Se lo dice al paso.
de mi vida, quien pudiera
quando tú Jas gueltas das,
corregirte yo tus gueltas.
Bern. ¿Vos las gueltas corregirme?
no es facil como yo quiera:
mas no me hable usté en secreto,
porque está allí su parienta.
Alc; No importa: tú serás prima,
y verás que bien que suenas.
Reg. Señora Alcaldesa , todo
un Regidor se presenta.
con respeto á vuestros pies.
Esc. Y de la misma manera
mis signos y testimonios
los pongo á vuestra obediencia.
Ter. A los dos estimo mucho
la atencion, y la fineza.
Alc.: Señores mios, primero
que el bayle se empiece, es fuerza
que os vuelva á acordar, que como
“está nuestro lugar cerca
de Madril, y es tan notoria
?
la funcion que se celebra
en él á nuestro Patron,
es grande la concurrencia
de Madrileños ; los quales
nos tratan con insolencia,
queriendo ser del cortejo
los dueños, y á la manera
que las moscas á la miel
ellos acuden, y llegan
á las mozas del lugar;.
y esto no es bien se consienta,
pues como lobos pretenden
devorarlas Ó morderlas.
Ter. Ya se ve: el año pasado
tuve yo de eso experiencia»
Alc. ¿Te mordieron?
Ter. Me tiraron
sus dentelladas; mas de ellas
supe librarme muy bien,
sin dexarles hacer presa.
Aldeana 1* ¡Qué ninguno de esos lobos
a morderme á mí se atreva!
Reg. Preciso es poner remedio.
Al. Yo haré que este año haya enmienda.
Reg. ¿Pero que pensais hacer?
Álc. Ya se verá: estad alerta
todos , porque el Madrileño
que con malos modos venga,
ya puede decir que halló
una brava conveniencia.
Todos. Viva nuestro Alcalde, viva,
que da honor á nuestra aldea.
Alc. Sentémonos todos, y
que se principie la fiesta.
'Se sientan en el banco del centro: el Al-
calde en medio, el Regidor á su dere-
cha, y á su. izquierda el Escribano;
Bernardilla y la segunda Aldeana se
sientan en el banco de la izquierda ; y la
Primera y tercera Aldeana á la dere-
cha con los panderos : los Alguaciles de-
trás del banco del Alcalde; y los dos Al-
deanos en pie, como dispuestos á baylar:
al tiempo de ir á cantar los inter-
rumpe lo que dicen dentro.
Dent. Para, para.
Alc. ¿Qué es aquello?
Ad, 2. Que dos calesines llegan.
con señoras y señores
de Madril segun las señas.
Ááld. 1. Y aquí todos se encaminan.
Alec, Dios mos la depare guena.
Salen las dos Madrileñas: la segunda
traerá una escofiera muy grande , de mo-
do que se la pueda caer con facilidad á
tiempo, y las dos con basquiñas y man-
tillas: 4 la primera conducirá del bra-
zo el Sabio, y á la segunda el Majo, con
chaleco y chupa, que tengan muchas cin-
tas, sin capa. Detras vendrá el «Abate.
Quedan todos inmediatos
al bastidor.
Mad. 1.2 Al mejor tiempo llegamos,
que el bayle parece empieza.
Mad. 2* Es verdad: ¿dónde estamos
mejor? Sab. Creo que en aquella
manta que sirve de alfombra.
Mad. 1.* Si está en ella la paleta,
Sab. La harán levantar al punto
que a saber lleguen mi ciencia.
Abat. Ved que en estos pueblos no
como-en: Madrid se respetan
los sabios. S1»..Ea todo el mundo
mi literatura aprecian.
Per. Szñor D. Blas, lo que aquí
mas se “estima es mi majeza:
tan solo con un súspiro
hago a los mármoles cera.
Sab. Ahora lo verás. ¡Quién es llega.
el Alcalde? Alc. Bien lo muestra
esta vará. ¿Qué quereis?
Sab. Haced se levante aquella
Aldeana de la manta,
para que se sienten estas
mis señoras.
Ter. La Aldeana
es la señora Alcaldesa;
y antes que dexe mi estrado,
sabré sacaros las muelas.
Per. Poco á poco, que esas Voces
delante de mi presencia
no se vierten.
Sab. Ni 4 la de un .
profesor de bellas letras.
Alc. Tomad un polvo, señores.
Saca una caxa, y da un polvo con soflama.
furiosa.
3
Reg. Ved que gastajs mucha flema,
y que ya los Madrileños
nos tratan muy mal.
Ale. Prudencia, a.
que todo ha de componerse,
si el garrote no se quiebra.
Ter. El Alcalde no repara
que es una accion muy grosera
tratar así á dos mugeres
de nuestra naturaleza.
.Mad. 1* Y 2 un hombre como D. Blas,
que es racional biblioteca.
Abar. Señoras , lo'que es de grado,
no ha de pedirse por fuerza.
Alc. Tome el polvo con despacio:
ahora daré providencia. :
Se limpia las narices, se levanta, y pa-=
sa donde están los Madriletos.
Reg. ¿Qué querrá hacer el Alcalde?
Esc. Veremos qué es lo que intenta.
Álc. Señoras, ¿ustedes vienen
a divertirse en la fiesta
de este pueblo?
Las 2. Es cierto. Alc. ¿Y quieren
por estar con conveniencia
sentarse?
Mad. 2. Eso es consecuente.
Alc. Pues vengan ustedes, vengan
conmigo», y se sentarán.
Le siguen las dos llevándolas del bra-
20 Periquito y el Sabio, el Abate se que-
da en su sitio: á la mitad del teatro
vuelve el Alcalde la cabeza, ve á los
dos, y se detiene.
Sab. Si el Alcalde procediera
“de otro modo, se acordara
de mí. Per. ¡Cómo se sujetan
estos miserables pueblos
a quien así se presenta!
Álc. ¿Hola? ¿dónde van ustedes ?
Los 2. Vamos donde usted nos lleya.
Alc. Yo he llamado estas señoras,
pues basta mugeres sean
para atenderlas: esperen
ustedes á que yo vuelva.
Ellos se vuelven donde está el Abate,
y las señoras le siguen,
Per, ¿Y qué querra hacer? a
la
4
Sab. Querrá
sentarnos donde el se sientas
állc. Bernardilla, junto á ti
estas dos madamas quedan.
Bern. Malegro: siéntense ustedes.
Lo hacen, y el Alcalde pasa á su pues-
to, y hace lo mismo.
Bern. Y diganme, ¿2 cómo cuestan
en las tiendas de Madril
estas grandes orejeras?
Mad. 2. ¿Qué orejerasí no os entiendo.
Bern. Estas, estas.
Alec. ¡Qué gran bestia !
orejeras no se llaman.
Bern. ¿Pues cómo. , cómo?
Mad. 2. Escofietas;
y valen á dos doblones.
áld. 22 ¡Caracoles!
Bern. Oyes , Pepa,
¿quieres que en yendo 2 Madril
compremos de estas guirretas ?
Ald. 2. ¡Qué risa! ¿y dónce el dinero
tenemos ?
Fer. ¡Qué seais tan necias!
en Madril hay infinitas,
4 las que eso nada cuesta,
ni otras-cosas. Bern, ¿Pero cómo:
lo tienen ?
Ter. Porque se lo prestan..
Que á baylar empiecen.
Alec. Antes
á estos señores es fuerza
colocarlos. Señor, el
de la capita de seda,
llegad aquí. :
Abat. ¿Qué mandais ?
Ale. Que os senteis á mi-derecha.
Abat. No merezco tanto honor.
Alo. Es demas la resistencia,
Se sienta el Abate.
Respeto. mucho ese trage,
aungue algunos le desprecian.
Abat. Decis bien. Yo. tengo de ello
muchisimas experiencias,
pues le ví correr mil veces.
las mas furiosas tormentas...
Álc. Llegad vos. iS
Sab. Si un poco tarda ap. llegando,
ap.
ho k
en darme asiento, por fuerza
la arrancaria del suy0.
Álc. ¿Quién sois ?
Sab. La pregunta es buena.
Per. Si a mí con preguntas viene, ap.
en requien para la fiesta.
Mad. 2. Ese señor es un hombre::-
Reg. No, no tiene traza de hembra.
Mad. 2.* Es hombre muy erudito.
Esc. ¿Erudito a la violeta ?
Per. En una palabra, es
un sabio de buenas letras.
Álc. Está bien: ¿con que sois sabio?
Sab. Y como á tal me respeta
todo el orbe literario.
Álc. Pues mi propio asiento sea
el que ocupeis, que a los sabios
se deben honras como estas.
Sab. Supuesto que le merezco,
le ocupo sin resistencia. se sienta,
Alc. Usted, ya reparo, quees á Per.
un almagacen, ó tienda
de cintajos. Per. En la corte
todos alaban mi ciencia,
porque asi me visto. Alc. Acá
ponemos así á las bestias
el dia de San Anton
quando su ermita pasean.
Per. Eso es insultarme.
ÁAlc. Esto es
castigar la desvergilenza
de vestirse un hombre así.
¿Alguacil?
Alg. 1. Señor, ¿qué ordenas?
Alc. Ves en casa de Anton Sanchez,
y la albarda de su yegua
trae aquí.
Alo. 1,2 Voy al instante. VASC.
Sab. Señor Alcalde, ¿qué intenta?
Álc. Como a sabio os he cedido
mi asiento. Di mi derecha
al Abate, por Abate,
y ese hombre quiero que tenga
el asiento que merece;
porque el que un pueblo gobierna,
justo ha d= ser si castiga,
y justo tambien si premia.
411. 1." ¡Lo que sabe nuestro Alcade!
AÁld. 2.2 Pues y compone quartetas,
y por toda la comarca
su sabiondez se celebra.
Sale Alguacil 12 con albarda»
Alg. 1. Aquí está la albarda.
lc. Ponla
donde esté sola, y en ella
haz se siente el señor majo,
que no es bien juntos se vean,
aun en medio de una plaza,
los racionales , y bestias.
Per. ¿A mi se me trata así?
Mad. ¡Quién sufre tanta insolencia !
Se levantan.
Sab. ¡Ni dónde se usa esta injuria!
Lo mismo.
Álc. No hay que andarme en frioleras:
Ó sentarse , ó vive el Rey,
que se acuerden de la fiesta.
Los 4. Ya obedecemos, señor.
Con sumision,
Esc. De que doy fe.
Se sientan»
Sab. Ni las letras
sé apenas del A, B, C,
y por Sabio aqui me sienta;
si reconoce despues
mi barbarie, me estropea.
Per. Malditos sean mis pies, ap.
que vinieron á esta aldea.
Reg.¡Qué bien os portais,Álcalde!ap.á el.
aun sabeis mas que Seneca.
4Abat.Algun demonioes estg hombre, af.
segun del modo que piensa.
Ter. Muchachos, baylad. Ale. Haced
lo que manda mi parienta.
Se repite la misma accion de empezar ú
baylar, la que interrumpe un Francés,
que saldrá nidículamente vestido , con un
! cartel de á pliego en la mano.
Franc. ¿Dónde instar Monseur Alcaldo?
ÁlC. ¡Qué quereis? dE
Franc. Monseur, licencia
para que un par di cartelos
ponga in las, esquinas di.esta
grand plaza, par quiil publico
goce di las cosas bellas
que traigo a venderr.
Ap.
ap.
| 5
Alc. Mostrad
el cartel. Franc. Tomadle.
Ale. Lea -
usted, señor Sabio.
El Sabio se sorprebende.
Sab. Aquí
descubro mi insuficiencia,
pero á un arbitrio apelemos:
aunque la lengua francesa
poseo como la propia,
no le leeré si está en ella,
que he hecho juramento de
no leer nada en esa lengua.
Franc. Istarr tudu in ispagnol.
Sab. Maldita tu boca sea
Alc. Lea usted. :
Sab. Sin los anteojos
no puedo leer, y en la mesa
de mi estudio los dexé,
Álc. Eso fue mucha simpleza,
que cosas que tanto importan»
siempre un Sabio ha de traerlas
consigo. Yo soy un zote;
pero padezco la mesma
enfermedad que vos; mas
jamás de la faltriquera
el remedio se me aparta:
Sácalos, y se los da.
tomad anteojos, y sepa
lo que el cartel dice.
Sab. No hay
ya mas que tener paciencia.
Se pone los anteojos , y deletrea.
A-—vi-s0.
Álc. Malo, malo, no sabeis
ni aun leer.
Sab, Es que esta letra
esi- Alc. Arábiga para vos,
y no podeis entenderla.
Mad. 1." ¡Ay que D. Blas leer no sabe!
Sab. Yo estoy muerto de vergijenza. ap.
Ábat. ¿Quantos en la corte habrá
que deletrear no sepan,
y son tenidos por sabios ?
Reg. ¿Pero quién será quien pueda
hacer de ellos tal concepto?
Abat. ¿Quién? los simples que se dexan
sorprender de dos razones,
se le da.
ap.
ap»
6
vengan al caso, Ó no vengan.
Franc. Yo leeré, Monseur.
Alo. Leed.
Les el Eranc. » Aviso al publico: Ha
» llegado á iste ilostre Poblo Mon-
»seur Lagarti, grandi profesor di
»la Optica: vendi unos frasquitos
»de quintas esencias, quí causan
»tan prodigiosos efectos , qui vol-
s» ven los ocos di azules nigros, y
»di nigros verdis, paquizos, colo-
»rados, y di quantos colores quier-
>»ran. A las moqueres, y bom--
»brerrs pone lis canas nigras. Trai
>» aguas parra blancarr lis rostros
»morrenos, y darlis grandi her-
- —»mosura, vendi igualmente oleo::-
Alc. No leais mas. ¿Adónde está,
Monseur Lagarto, tu tienda?
Franc. In la posata. 4/c. Pues trae
los frascos á mi presencia.
Franc. Está bien.
Mad. 1% ¿Monseur? Mad. 2.* ¿Monseur?
Franc, ¿Qui manda madamisela ?
Mad. 2. De cada uno de esos frascos
traedme quatro docenas
para las dos.
Franc. Gui, madamas:
bona venta, bona venta. VASe.
Bern. ¿Quieres compremos un frasco
para hermosearnos, Teresa ?
Ter. Calla , tonta. La hermosura
que no es natural, apesta.
Sale el Frances con una arquitay de la
que sacará varios frarquitos.
Franc. Monseur Alcaldo, aquí istan
las cosas mas estupendas
é admirables. Istos son
para qui las canas sean
tiñidas. Alc. Siempre las canas
tuvieron la preeminencia
'de darnos autoridad;
pero hoy de modo se piensa,
que se tíene por defecto
lo mismo que se respeta.
Bueno está el mundo. «Sacad
otros frascos. Franc. Istos decan
tan blanqui il cutis, Monseur,
qui á4 la misma nieve afrentan.
Alco. El que es moreno, y pretende
con unas aguas como estas
parecer blanco, con dos
caras se nos representa,
una artificial, y la otra
que le dió naturaleza.
Mascara es la artificial:
las leyes imponen penas
a los que mascara usan:
luego estos son dignos de ellas. -
Franc. Ístos son::-
Alc. No saqueis mas.
Alguacil , haced que sean
rotos todos estos frascos,
y los que en el meson tenga
ese estrangero. Sacadle
del lugar al punto, Ó sea
puesto en un encierro.
Franc. ¡Oh Diu!
¡yo perderr tota mi hacienda
Alc. Hacienda para mal fin,
menos gravoso es perderlas
que manejarla.
: Se le lleva el Alguacil 2.2
Esc. Doy fe
de toda esta diligencia.
Reg. Cada vez me asombro mas
al escuchar sus sentencias.
Ale. Y bien, señor Literato,
ahora nuestro asunto entra:
dexad ese asiento.
Sab. Pero::- se quita del asiento.
Alc. Pero estando á la presencia
de esta vafa, que en mi mano
al mismo Rey representa,
no debeis estar cubierto.
Vaya ese sombrero á tierra.
Se le dexa caer.
Sab. Señor::-
AÁlc. Habeis engañado
á la justicia; pero ella
se satisfará. ¿Alguacil?
oid::: habla con él ap
Abat. El cuerpo me tiembla ap
de-otrtle sólo. ti
Per. Con mirarle :
me da como balbucencia.
;
ap
Las madamas, Señor Alcalde, mirad::-
Enfadadas se levantan.
Álc. Y el que irreverente sea
a mis mandatos, verá
providencia mas severas
¿Me has entendido?
Alg. 12 Ya estoy
en todo. Venid.
Sab. Que a fuerza
me lleyan preso, protesto.
Se le lleva.
Esc. De que doy fe.
- Sale el Alguacil 2.
Alg. 2 Ya está fuera
del pueblo el francés.
Alc. Bien. Llegue
el señor majo.
Per. De esta hecha,
este magnífico tren
el demonio se lo lleva.
Álc. ¡Cómo tiembla el majo! ¿Anton?
Per. ¿Qué mandais? temblando.
Alc. Esta indecencia
de vestido, estos cintajos,
decid , CÓMO no os afrentan?
sois un miembro corrompido
que 4 todo el estado ¿pesta.
Llevádle, Alguacil,
Mad. 2. Primero
Se levanta y terciándose la ADOS: y
la acompaña la otra madama,
que á Periquito se prenda::-
Alc. ¿Qué hareis?
Ter. Tú con las mugeres
Se levanta, y las demas.
no he de permitir que tengas
desazon. Yo soy bastante
para castigarlas.
Mad. 2? Dexa.
Mad. 2. ¿A nosotras?
Ter. Á vosotras.
Ald. 1. A ellas, Alcaldesa.
Todas. Á ellas.
Embisten las Aldeanas á las dos con
grita: á la segunda Madrileña se le cae
la ocofleid» y el Alcalde y los
demas las separan,
Álc. Sepárense, Ó vive el Rey::-
ase á4el Sabio.
ap.
| 7
Per. ¡Quién escaparse pudiera! ap.
Mad: 2. ¡Haberme arañado á mi!
Ter. 3 Pues pensó que eran de cera
mis uñas? Esc. Del arañazo,
y derribar la econenas
doy fe.
Alc. Levántala, y oye:
Al, Alguacil 2.
“entiendes?
Alg, 2. Y con presteza
os obedezco. Venid. á Periquito.
Per. Con mis cintas voy 4 Ceuta.
Se le lleva.
Alc. ¿Quién es usted?
Abat. Soy , señor,
un músico, que se emplea
en buscar honradamente
la vida. Alc. ¿Y es vestimenta
esa de músico? Abat. Lo es
por honor de las Iglesias
donde á cantar vamos.
Alc. Bien:
y decidme», ¿quién son esas
señoras?
Mad. 2. Si nos descubre
somos perdidas, Manuela.
Abar. Esta señorita es
comercianta.
Ale. Pero sepa
- qual es su cometcio.
Abat. En vino. e
Ale. Segun eso, ¿es tabernera?
Abat. Sí señor.
Alo. Es buen comercio '
si se tiene el agua cerca.
¿Y la otra?
Abat. La otra es casada,
y su marido se emplea
solo en comprar hierro viejo.
Las dos. Señora , vuestra clemencia
4 Teresa.
aparte.
ála 12 ap.
apelamos.
Ter. Yo os la ofrezco:
que una cosa es, corriglera
vuestro atrevimiento, y otra
que por mi sexó ahora vuelva:
vaya, marido , las dos,
y los presos, que ya quedan
8
bien castigados, te pido
les permitas que se vuelvan
á Mudril.
Reg. Yo os lo suplico.
Todos. Y todos lo mismo ruegan:
no riñamos por tan poco.
Alc. Bien estár haced que vengan,
A los Alguaciles.
como "he mandado, los presos,
veremos si asi escarmientan
de venir solo á burlarse
de nuestras pobres aldeas.
Abat. Quando yo vuelva á ninguna,
que se me rompan las piernes.
Suca el segundo Alguacil al Sabio, en-
señándole las letras de una cartilla, que
traerá en la mano: el Periquito trae
puesta la escofieta, y una rueca,
hilando.
Alg. 2. ¡Qué letra es esta?
Sab. E. L. E.
Alg. 2. K,K. le da,
Alg. 1.2 Vamos, amigo, hile apriesa.
Sab. ¡Que esta vergienza yo pase! ap.
Per. ¡Que pase yo esta vergiienza! ap»
Alc. ¿Qué os parece, señoritas!
¿no estan bien los dos? las letras,
el Sabio fingido, quise
que en mi lugar aprendiera :
por caridad, y Castigo:
este para que proceda
sin fingirse lo que no es.
Y aquellas, para que sepan
lo que ignora. Al que con cintas
el ser de hombre vitupera,
tenga oficio de muger,
ya que se prende como ellas.
Pero ya están perdonados,
como aquí otra vez no vuelvan.
Los dos. Juramos a vuestros pies
no- pisar nunca esta tierra.
Álc. Levantaos, y ahora baylemos.
Todos. Nuestro Alcalde viva y beba. -
Abat. Si se ha de baylar , señor,
sabed que Doña Manuela
- lo sabe hacer grandemente.
Mad. 1. Y pues venia dispuesta
para ello, os divertiré
un rato, para dar muestras
de que agradecida soy.
Alco. Dile al sacristan que venga,
y que traiga el vigolin.
Álg. 2. Señor, con él aquí llega.
Sale uno con un violin.
Álc. Siéntate , y toca lo que
esta señorita quiera.
Mad. 1.* El bayle ingles.
Álc. Y con esto
aquí concluye esta idea,
que enseña: queá la justicia,
sea en ciudad Ó en aldea,
siempre se ha de respetar:
vamonos todos; y sean:
Todos. Perdonados los defectos
del que por serviros yerra.
Todos se sientan: á Cuyo tiempo esta
rá prevenida la baylarina, toca la or.
questa, bayla, y se concluye.
FIN. E
VALENCIA:
EN LA IMPRENTA DE ESTÉVAN.
Año 1817.
A 0 o,
Se hallará en la misma imprenta, frente el horno de Salicofres; y asi.
mismo un. gran surtido de Comedias antiguas y modernas, Tragedias,
Saynetes y Unipersonales,
/
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